-Usuario Twitter: @MariaDo41489646
-Los 20 contactos que he hecho son:
Mi Sala Amarilla@amarillablog
Maria @mariabarcelo
Dani Virgili@danimusiquera
Conxi@clopez17
Meri Garrido@Garrido_Meri
Cati Navarro@catinagui
Mª Jesús García S.M.@mjgsm
Empar@empar_itu
Escuela en la Nube@escuelaenlanube
Silvia Roca@sipiro
RUTE@RedRute
Marta Ciprés García@martacipres
Educación infantil@Educadoresinf
TLcursos@TLcursos
ididactic@ididactic
Notilandia@Notilandia
Cursos y Posgrados@DePosgrado
edutablets@edutablets
#LunaMágica @silviacbennasar
Mister5@MisterCinco
-Razones profesionales que me han llevado a seguirles:
La razón por la que los he seguido (a ellos y no a otras personas) es porque la mayoría de ellos se dedican a la práctica docente y me van a aportar mucha información en este aspecto, me van a ayudar a formarme cada día más y cuando tenga cualquier duda sobre algo me la pueden resolver. En el caso del resto de contactos los he seguido porque creo que me pueden informar sobre cursos que quiera hacer.
-Las tres historias que mas me han gustado son:
Mi claustro de profesores sin límites
@cometa23 es Guillermo Gómez Muñoz. Profesor de español para extranjeros en la Universidad de Deusto.
Hace unos dos años comenzaba a oír
hablar de Twitter. A decir verdad, en un primer momento no le
encontraba ni pies ni cabeza, por no decir que me parecía una soberana
tontería. Sin embargo, lo observaba con recelo ya que oía hablar de
esta herramienta precisamente a gente a quien admiraba y respetaba,
gente que además representaba para mí la vanguardia en la aplicación de
herramientas web2.0 a la educación. Precisamente esos recelos fueron
los que a finales de diciembre de 2008 me impulsaron a crearme una
cuenta y comenzar a explorar.
En un principio, mi sensación de ¿para qué sirve esto? no varió. Deambulaba por mi perfil, buscaba a otros profesores twitteros para añadirlos a mi timeline,
pero seguía sin verle el punto. Sin embargo, no tardé mucho en darme
cuenta de que cada vez descubría más links interesantes no por mis
suscripciones rss
o por mis búsquedas en Google, sino gracias a los links que compartían
esos usuarios de Twitter a los que seguía. Ésta fue mi primera
sorpresa, descubrir que Twitter era un recurso increíble para compartir
conocimiento y descubrir webs, blogs, wikis, etc. que de otro modo
nunca hubiera encontrado.
Tras este primer descubrimiento,
comencé a hacer un uso más frecuente de Twitter. Después de encender mi
ordenador lo primero que hacía era abrir el programa con el que
gestionaba mi perfil. Navegaba por internet, trabajaba en algún
documento, veía un vídeo, pero siempre andaba pendiente de los tweets
que aparecían en mi pantalla. Sin embargo, si Twitter sólo destacara
por su eficacia como herramienta para compartir conocimiento, estoy seguro de que muy pronto me hubiera cansado. Pronto llegó mi segundo descubrimiento para engancharme aún más.
Cuando ya llevaba varios meses
usando intensivamente Twitter, comencé a darme cuenta de que mi lista
de seguidores y seguidos aumentaba. En cualquier caso, esto no fue lo
fundamental. Lo que me sorprendió realmente fue descubrir que mi
relación con algunos de mis contactos era cada vez más estrecha. Pasé
de seguir sus tweets, a leer sus blogs, a contactar con ellos en otras
redes sociales, a intercambiar emails, en algunos casos a colaborar en
distintos proyectos e incluso a conocerlos personalmente.
Poco a poco, Twitter se había convertido en mi claustro de profesores en la red, un claustro
con el que compartía mis inquietudes, del que aprendía y al que
ofrecía también mis experiencias. Y lo mejor de todo: un claustro
inmenso que carecía de fronteras.
Sin lugar a dudas, este último
descrubrimiento ha sido lo que ha terminado por hacer de Twitter una
herramienta indispensable para mi trabajo y para mi aprendizaje diario.
Cuando intento ordenar mi PLE (Entorno Personal de Aprendizaje), para
ser consciente de mi proceso de aprendizaje, sin lugar a dudas, Twitter
ocupa un lugar especialmente relevante como mi red social profesional y
como difusor de contenidos. Si hace dos años no hubiera hecho caso a
quienes me hablaban del pajarito
como de un gran descubrimiento, estoy seguro de que mi proceso de
aprendizaje como docente hubiera sido muy distinto y, seguramente, más
lento y farragoso. Porque precisamente una de las características que
más aprecio de Twitter es su inmediatez,
la capacidad que tiene de difundir cualquier contenido casi al
instante en que se genera. Un claro ejemplo son los congresos, jornadas
o encuentros que son difundidos vía tweet por la organización o por
los asistentes y que generan tan interesantes discusiones.
En resumen, Twitter ha supuesto
para mí una gran oportunidad de contacto con muchísimos profesores a
los que, de otro modo, me hubiera sido imposible conocer, un contacto
que me ha permitido descubrir sus experiencias docentes y compartir con
ellos las mías. En definitiva, Twitter es mi claustro de profesores en
la red, un claustro sin límites y con una predisposición constante a compartir actividades y experiencias. Un claustro siempre activo.
COSAS QUE DIRIA EN TWITTER
@carmebarba es Carme Barba Corominas. Maestra, formadora TIC
Empecé en twitter con poca fe, solo por probar y porque lo decía Jordi Adell ¿qué sería de nosotr@s sin Jordi ?
Ahora me sirve para sentirme viva, y constato que hay alguien ahí
fuera que dice cosas interesantes que recomienda webs útiles, que opina,
que bromea, que comparte. Siento, noto respeto y a veces incluso
afecto. Hay muchos más comportamientos solidarios, agradecidos y
amables que en otros lugares de la red.
Yo twiteo para compartir, para felicitar, para agradecer y también
alguna veces para sacar fuera aquello que me hiere en lugar de
guardarlo. Porque hay días que en los medios de comunicación
tradicionales parece que se hayan puesto todos de acuerdo: periodistas,
tertulianos opinadores profesionales, políticos de distinto pelaje…para
machacarnos con una consigna. Antes debíamos tragar, ahora podemos
contestar y a veces incluso les llega nuestro tweet , sin necesidad de
que sean followers nuestros, porque alguien que sigue a alguien, que
sigue a alguien lo ha retwiteado.
Un ejemplo: el tema del esfuerzo vs motivación. Periódicamente surge
una nueva ofensiva de los partidarios del esfuerzo, Atención! Me
refiero a los partidarios del esfuerzo de los demás, no del suyo y más
concretamente se refieren al esfuerzo que no hacen los alumnos en
general y de la ESO en particular. Se publican estadísticas de fracaso
escolar y ala, ya sale el esfuerzo, repito de los alumnos.
Sería fantástico, mágico, que fuera verdad que todo dependiera del
esfuerzo y que además se pudiera recetar como un jarabe, que fácil,
que bonito. Pero no, no va por ahí la cosa. Recordáis este eslogan
de una entidad bancaria : “ho veus? ho vols? ho tens!” (¿lo
ves? ¿lo quieres? ¡lo tienes!) Pues ¡éste ha sido el modelo que han
visto y vivido hasta ahora nuestros jóvenes! Por lo tanto deberemos ser
los adultos: padres y maestros y por supuesto también los responsables
políticos, económicos y sociales quienes nos “esforcemos” muy mucho para
que la escuela interese a los alumnos, les guste, les apasione y les
sirva.
La curiosidad por aprender la llevan los niños de fábrica, “por
defecto” pero cuando llegan a la ESO a veces ya se la hemos hecho
perder.
¿A los locos se nos permite decir lo que pensamos no?
Gracias a Twitter y gracias al Bazar de los locos
Cuando no entiendo
@alazpita es Aitor Lázpita. Profesor de Lengua y Literatura en Secundaria.
- Profe, ¿tú no tuiteas?- me preguntó un alumno hace poco más de un año, extrañado.
- ¿Se estará burlando de mí este barbián?- pensé. ¿Qué será eso de “tuitear”?
Empezaba yo a trastear las nuevas
tecnologías, a experimentar su aplicación en el aula. Ya trabajaba con
diversos blogs y oía los cantos de sirena de las redes sociales. Sin
embargo, eso de Twitter no me sonaba.
Cuando llegué a mi casa, corrí
inmediatamente a mi ordenador y me puse a indagar sobre el pajarito
azul. Con el portátil abierto aún sobre la mesa me quedé pensativo o
pensante ( a veces pienso en algo) . Yo creía que las redes sociales
eran puro Gossip para nenes y nenas donde todo el mundo dice y nadie sabe. Y todo el mundo cree y nadie piensa.
Descubrí, ciertamente asombrado, en
Twitter, una comunidad de docentes que han conseguido que las paredes
de sus aulas sean transparentes, que comunican sus experiencias sin
vanidad, con cariño, dispuestos a compartir, a ayudar, a echar una
mano. He aprendido muchísimo de la práctica docente observando,
leyendo, preguntando, a través de Twitter. Mucho más que en cualquier
curso de formación.
En el aula no lo he utilizado aún, pero sí he utilizado Edmodo,
su primo hermano. Me ha dado fantásticos resultados el microblogging
con mi alumnado, sobre todo por los buenos ratos que hemos compartido.
Todavía tengo alumnos y alumnas que me escriben, me consultan, me gastan
bromas…en menos de 140 caracteres.
Twitter ha pasado a ser, en el
trascurso de poco más de un año, parte de mi vida cotidiana. He
conocido a grandes personas en Twitter y a través de Twitter (dime
quién está en tu TL y te diré quién eres).
Me gusta exprimir mis pensamientos a
diario para conseguir condensarlos luego en ese breve cuadro de texto.
También cuando estoy triste. Cuando soy borde o me emociono. Cuando no
entiendo.
Y nunca me faltan respuestas.
-La que más me gusta y por qué
El que más me ha gustado es el de @ Lazpita, ya que, todos en sus historias hablan de la importancia de Twitter, de que al principio era un sitio desconocido para ellos y que sirve mucho para formarte en la enseñanza.. Sin embargo @Lazpita, además de hablar de todo lo anterior incorpora que también te pueden ayudar en el ámbito personal cuando uno está triste, decepcionado.. Lo cual lo veo muy importante porque no sólo es útil formarte sino también estar tú bien, ya que, esto también lo notan los alumnos y es algo negativo.
Además no se ha ido por las ramas explicando demasiado lo mismo, ha dicho lo que tenía que decir sin darle demasiadas vueltas y eso me ha gustado. A veces buscas información y muchas personas se van por las ramas de manera que te cuesta llegar a entender lo que te quieren decir exactemente.
En conclusión es clara y precisa por eso es la que más me ha gustado.
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